6 de fev. de 2008

ENTREVISTA ERIC BURDON: LA VOZ DE LA EXPERIENCIA!!!

ENTREVISTA ERIC BURDON: LA VOZ DE LA EXPERIENCIA!!!



Se podría decir que la mutación del Alan Price Combo en The Animals fue el principio de todo en la carrera de Eric Burdon. También que la salida en Londres de la sentida versión de “The House Of The Rising Sun”, en pleno junio de 1963, significó el antes y el después en el camino de estos ingleses. Estaríamos horas hablando sobre su importancia como parte de la British Invasion, rematando con aquello de: “y el resto es historia”. Pero la realidad es que Burdon se ha negado siempre a quedar como esclavo de su pasado. Y aunque nadie dice que no a ciertos ataques revival, proyectos como War o Blues Knights, por nombrar dos de una interesante lista, le han mantenido en activo ofreciendo al gran público una sabiduría macerada en la mejor de todas las barricas. Así que desde Renacer Eléctrico pensamos que no hay mejor manera de iniciar la sección de entrevistas en este 2006 que entrevistando a un hombre que representa la historia viviente del R&B, Soul, Funk y Rock. Un artista que vivió el Beat, la psicodelia, toda la contracultura de los sesenta y que ahora se reinventa con nuevos trabajos en solitario y con su definitiva visión de The New Animals. No perdáis detalle.
Ante todo quería remarcar lo impresionado que me han dejado tus dos últimos lanzamientos. “My Secret Life” y “Soul Of A Man” son trabajos que vuelven a cargar de personalidad tu carrera como vocalista. ¿De dónde surgió la idea para este nuevo camino?
Cada uno tiene su historia. El primero, “My Secret Life”, se remonta a 1999... No, al mismo año 2000. Bien, sinceramente fue un poco antes de ese año. Por aquellos días realicé un viaje a Brasil en el que entré en contacto con Marcelo Nova, una figura fundamental en el negocio musical. La amistad no tardó en surgir. Nos telefoneamos un par de veces y me planteó la idea de grabar un nuevo álbum. Así terminamos en Nueva York, para al poco desplazarnos a Nueva Jersey e iniciar la andadura en unos estudios de grabación. La cosa empezó a materializarse con una composición que creamos llamada “The Devil´s On The Run”, canción que grabamos con un par de músicos punkies que encontramos. Nos desplazamos entonces a Los Ángeles y por fin le dimos la forma adecuada. Así ve la luz “Devil Slide”, así inicia sus pasos “My Secret Life”. Fue un proceso bastante largo: producir uno mismo el material, buscar los mejores músicos posibles para que el resultado final sea positivo, etcétera. En fin, no es algo fácil como para sacarlo adelante en pocos días. Todo lo contrario que con “Soul Of A Man”, ya que para este disco ya estaba todo mucho más encarrilado. Posiblemente en eso resida la frescura que desprende mi último álbum. Cuando uno tiene que perder tiempo en cosas que se alejan de las labores de composición puede llegar a desvirtuarse la idea original. No resulta conveniente abandonar la chispa creativa, desprenderse de los basamentos que te ayudan conseguir algo robusto y concreto. La inspiración puede llegar como una ráfaga y no es recomendable hacerla esperar. De ahí que “Soul Of A Man” sea una grabación más brillante.
Aun así, y aunque pareces realmente orgulloso de tu última criatura, no creo que tu público deba poner en un segundo puesto “My Secret Life”. En dicho trabajo incluyes una de mis canciones favoritas, una de las tonadas más interesantes que has grabado en años. Me refiero a “Black And White World”, ese homenaje al cine negro y al eterno Hot Jazz a ritmo de puro Ska frenético.
Me alegra que lo digas pues “Black And White World” es la canción favorita de mi mujer. Ella siempre intenta que la toque sobre un escenario, así que con la nueva banda que he conformado es posible que no tarde en hacerlo. La idea del tema era algo realmente importante para mí a la hora de exponerlo en “My Secret Life”. No hay que olvidar el fuerte impacto que supuso en su día el Ska negro en los jóvenes blancos ingleses, jóvenes que disfrutábamos con ese mestizaje y que adorábamos diferentes estilos musicales que no eran los impuestos en nuestro país. Años después salieron bandas como Madness o UB40 que se hicieron famosas bebiendo de dichas fuentes, aunque muchos se quedaron a medio camino. Aun así, “Black And White World” también me sirve para hablar del cine clásico, algo que me encanta. Todo en uno.
Seguimos hablando de canciones aunque ahora de tu “Soul Of A Man”. ¿Hay algún tipo de relación entre el tema “Cómo Se Llama Mamá” y Santana o Willy DeVille?
No sabría decirte. Aunque no se puede negar el puesto de honor que tiene Santana a la hora de hablar de influencias latinas en la música Rock y derivados, creo que el origen de la composición se encuentra en mi búsqueda por dar continuidad a mi antiguo éxito “Spill The Wine”. Esa canción me la siguen pidiendo mucho, tanto es así que estamos preparando una versión para directo en la que juntaremos ambas tonadas. Sería empezar con “Spill The Wine” y rematar con “Cómo Se Llama Mamá”.
Además de dichas similitudes tan concretas, repasando el grueso del álbum me viene a la cabeza la obra “Along For The Ride” de John Mayall.
Pues la verdad es que no la he escuchado. Si crees que tiene puntos de vista similares con “Soul Of A Man” tendré que conseguir el CD.
Muchos de los grandes vocales de la actualidad te escuchaban en The Animals cuando eran unos críos. ¿Qué música te enganchó o fue tu inspiración en la adolescencia? ¿Qué artistas te sirvieron de espejo?
Normalmente subsistíamos en ese sentido comprando discos, aunque no siempre nos era posible. La radio era horrible en aquellos días. La programación no valía la pena y tenías que esperar toda una semana para poder disfrutar de un espacio de media hora que emitía la BBC sobre Jazz. Por lo general nos movíamos por Londres y llegamos a centrarnos muchos chavales alrededor de una tienda de discos bastante importante de la ciudad. Allí rebuscábamos, compartíamos nuestros gustos, aprendíamos cosas sobre la música. Así crecí rodeado de personas de diferentes culturas. Aquel lugar me ayudó a conocer y trabar amistad con gente como Memphis Slim, uno de mis números uno, o Chet Baker. Era gente que huía de Estados Unidos y buscaba algo más en Inglaterra.
Continuando con la influyente sombra que dejó tu carrera en los sesenta, ¿qué significado guarda para ti aquella British Invasion? ¿Cómo lo vivía alguien que estaba dentro de todo el torbellino?
En un primer momento era como un sueño hecho realidad. Viajar a América, la tierra que anteponía la música a todo. Pero pronto descubrías que era un lugar en el que se quería atar con correa a los artistas y matar la música. Podría decir que una de las cosas más importantes que hizo la British Invasion fue reflotar la música americana, ese sonido negro que estaban intentando matar desde las radios. Cierto es que Elvis hizo bastante. Presley era un vocalista muy completo que lograba sonar en ocasiones como un cantante de Blues. El público disfrutaba con un estilo nacido del pueblo negro. Y si tras escuchar la versión de “Tutti Frutti” de Elvis se decidían a comprar material de Little Richard, no sé, se podría decir que el trabajo estaba hecho.
Hablamos de tu viaje con The Animals a Estados Unidos. ¿Cuánto tiempo logró mantenerse unida vuestra máquina musical de R&B y Soul una vez pisáis territorio americano?
Únicamente dos años más.
¿Cuál sería la auténtica razón por la que no te cerraste únicamente a tu carrera como miembro de The Animals?
Debo reconocer que he tenido muchas posibilidades en la vida de expresarme con diversos proyectos y eso es algo que no me quería perder.
Seguimos nuestro paseo por América y ahora me centro en el conocido Ed Sullivan´s Show. Hace un año adquirí un pack en el que aparecían algunas de las actuaciones más destacadas del programa en cuatro DVDs. Uno de ellos se dedicaba a mostrar lo más florido de la conocida British Invasion, por lo que The Animals no podíais faltar. Buscando en tus recuerdos, ¿cómo crees que sentía Ed Sullivan el mundo musical? ¿Fue honesto con los artistas que salían en su espectáculo televisivo?
Comprenderás que no me gustaría hablar mal de alguien que ya no está entre nosotros. Ed era un auténtico enigma. Podías quererle u odiarle pero estaba claro que tenías que tragar con sus reglas si querías salir en televisión a nivel nacional. Él era el rey. Sullivan sacaba a grupos de Rock And Roll en su espacio pues sabía las reacciones que podía obtener del público más joven, aunque eso nunca hará de él un amante de dicha música.
Por cierto, ¿cuántas veces salisteis en el Ed Sullivan´s Show? Yo os he visto interpretando “Shake”, “The House Of The Rising Sun” y “We´ve Gotta Get Out Of This Place”.
Aparecimos en seis ocasiones. Es curioso ver la forma en la que se sitúa en primer lugar a la televisión, cuando la realidad es que en ella encontrarás uno de los peores medios en los que salir. En los años sesenta la televisión americana era lo peor de lo peor. Era lenta y te chupaba la energía. Recuerdo las horas que te podías pasar en los vestuarios, días y noches, para al final salir únicamente dos minutos al aire. Encima de tener que estar todo el día con maquillaje cubriéndote la cara. Cuando estas promocionando tu música perder tres días es malgastar un tiempo precioso para darte a conocer. Recuerdo una ocasión a la salida del programa de Ed Sullivan. El espectáculo había terminado pero nos hicieron salir deprisa y corriendo para que los seguidores no frenasen nuestra vuelta al aeropuerto. Nos sacaron por unos corredores del sótano para que nadie supiese que ya habíamos abandonado el estudio de televisión. Como no pensaban parar nos hicieron seguir con el maquillaje. Rápidamente The Animals entramos en una limusina y salimos a coger el avión. Para cuando llegamos a Londres nos tocó capear con una tormenta de nieve, por lo que nos desviaron a Glasgow... y así empezaban las complicaciones. Tardamos casi tres días hasta llegar a Londres. Perdimos la ocasión de aparecer en dos espacios puntales de la televisión británica, al mismo tiempo que nos vimos obligados cancelar nuestro concierto de presentación de la gira que iniciábamos entonces. Vamos, una bonita forma de matar el disco que estábamos promocionando. Una locura.
Si te fijas en tu vida artística tras The Animals es imposible no plantearse algunas preguntas. ¿Cómo surgió War? ¿De dónde sale esa vuelta de tuerca a tu estilo?
Había estado trabajando realmente duro desde 1964 hasta 1967. Me refiero a mantener una continuidad sin paradas. Llegó un momento en el que sentía no poder comunicarme correctamente con el público desde un escenario. Ahí había miles de personas que seguían mi carrera y yo empezaba a quedarme sin fuerzas. Mi cerebro no podía mantener la constancia necesaria. Mi siguiente decisión fue apuntarme al Actor´s Studio. Aquella se convirtió en una de las temporadas más entretenidas, además de que me dio la oportunidad de conocer a diversa gente del espectáculo. Algunas de esas personas me dijeron que la forma más honesta de regresar a la escena era junto a un grupo de músicos negros. Era lo lógico, ya que siempre había estado bebiendo de su música y estilo. Al final nos decidimos y encontré a un conjunto que casaba perfectamente con mi nueva visión. La banda se llamaba The Nightshift, aunque tenía tantos miembros que se hacía demasiado caro girar con ella. Imagínate: percusionistas, coristas, baterista, teclado, guitarra, trombón, saxofón, etcétera... La solución salió a la superficie el dejar un apoyo de instrumentos de viento más reducido, jugando entonces con la armónica de Lee Oskar y con saxofón de Charles Miller.
Estamos echando una buena mirada a esa segunda mitad de los años sesenta, a una carrera en la que te topaste con artistas que también llegarían a lo más alto. Una de las figuras con las que compartiste amistad fue Jimi Hendrix. ¿Qué imágenes te vienen a la mente al pensar en una estrella que encontró su final antes de tiempo?
Está claro que Hendrix no tardó en ponerse al frente de la escena, aunque no hay que olvidar que Jimi se sentía como un extraño en tierra desconocida cuando llegó a Inglaterra. Él necesitaba una amistad que estuviera más allá del simple negocio, así que era lógico que teniendo el mismo manager y moviéndonos por los mismos lugares, al final terminásemos trabando una amistad. Además yo no era difícil de encontrar. Por aquellos días tenía un apartamento en el West End londinense y todos los conocidos que pasaban por la zona no dudaban en realizarme alguna que otra visita. En fin, sólo te puedo decir que Hendrix es para mi gusto el mejor guitarrista que jamás ha existido. Llevó la guitarra eléctrica a nuevas cotas y dimensiones, además de ser el primero en utilizar el estéreo como un efecto. Mientras que algunos no se preocupaban por el estéreo, Jimi conseguía que el sonido de su guitarra cobrara vida moviéndolo de izquierda a derecha, de arriba a abajo. Lograba dejarte con el cerebro dando vueltas.
Y si hablamos de The Animals y de Jimi Hendrix, ¿qué me puedes contar en relación a Bryan “Chas” Chandler? Chas fue un gran músico y hombre de negocios...
Siempre pensé que Chas era mejor hombre de negocios que músico... incluso en su carrera junto a The Animals.
Entremos ahora en otros proyectos menos conocidos para el gran público. Recuerdo que en los noventa se habló de que iniciarías una apuesta musical junto a Robbie Krieger de The Doors.
Entré en contacto con Robbie en los años noventa. Bueno, yo ya conocía a Krieger de sus días con The Doors, pero el caso es que nunca habíamos hablado demasiado. Robbie me comentó que quería salir a la carretera una vez más y que necesitaba a alguien que se pusiera ante el micrófono. Acepté y estuvimos aproximadamente un año girando, así hasta que empezó a trabajar en la película que Oliver Stone tenía pensado rodar sobre The Doors. Robbie sería el director musical del largometraje y se vio obligado a dejar los conciertos por un tiempo.
Eric Burdon es sin duda alguna una figura polifacética. Durante estos años no solamente has grabado música, también has publicado libros y participado en el mundo del Séptimo Arte. Hablemos ahora sobre esas dos facetas más desconocidas. ¿Qué se esconde tras esos libros titulados “I Used To Be An Animal, But I´m Alright Now” y “Don´t Let Me Be Misunderstood?
En dichos libros intenté no centrarme únicamente en la carrera musical. Mi visión va más allá, habla de la vida del artista y de su parte más psicológica. Hay un sitio para tratar las rupturas, los cambios y todo lo que conlleva ser un músico de éxito.
Y en el campo del cine, ¿qué se escondía tras aquel “Comeback” de Christel Buschmann? ¿Qué sentiste con este largometraje? Si no me equivoco te tocó encargarte de toda la banda sonora.
Christel tenía buenas intenciones pero no las supo llevar al final adecuado. Cuando comencé a trabajar con él pensé que escondía una historia con gancho, aunque al mirar el guión descubrí que Buschmann esperaba que yo le ayudase a encontrar el camino. Pero no me puedo quejar. La película fue una experiencia enriquecedora pues me ayudó a conocer de cerca el negocio: actué, ayudé con el guión y compuse la banda sonora. Y a todo ello hay que sumarle lo fantástico de sumergirse en una ciudad como Berlín.
Girando y girando la rueda de tu carrera hasta llegar a Blues Knights y The New Animals...
Es interesante que nombres a Blues Knights. Esta idea surgió tras descubrir que el público que iba a vernos en estos últimos años estaba más y más receptivo con la música Blues. Me quise aprovechar de ello y elevarlo algunos puntos por encima de la media. Mi intención era descubrir clásicos a la audiencia que seguramente no eran tan conocidos en nuestros días como Elmore James pero que significaron mucho para mí. La cosa era actuar de forma más primaria. Con este propósito salimos en una pequeña gira que concluyó realmente bien, así que es posible que terminemos editando un DVD y que también grabemos un disco con la formación que montamos para los conciertos.
Por lo que comentas es algo muy cercano al Willy DeVille Acoustic Trio... Piano, bajo y guitarra...
Sí, algo así. Ahí está la base y siempre terminará dando algo interesante.
Y esos The New Animals, ¿qué hay de nuevo en una apuesta tan clásica? ¿Ha vuelto alguna de las piezas iniciales?
Actualmente están militando en The New Animals músicos como el guitarrista Eric McFadden, la bajista Paula O´Rourke, el baterista Wally Ingram y el teclista Red Young. Red y yo trabajamos juntos en los años ochenta y somos viejos amigos. Ingram fue el que me puso en contacto con Paula, que vive en España, y con Eric McFadden. Ellos tocan en un grupo que no se si conocerás, una banda llamada Stockholm Syndrome.
Sí, tenemos publicada en Renacer Eléctrico la crítica de su álbum de 2004 “Holy Happy Hour”. Es un grupo que me sorprendió gratamente.
Finalmente llega el momento de terminar con esta interesante entrevista. Una única pregunta más que sirva a la vez de despedida y como recordatorio de tus momentos álgidos en este difícil negocio que es la música. ¿Cuáles son las tres obras cumbre en tu carrera como artista?
No sé, es difícil decidirse. Tal vez te diría que de mis días con The Animals me quedo con “Animalisms”. Luego colocaría el primer álbum con War, “Eric Burdon Declares War”. Y como tercero estaría mi último “Soul Of A Man”.
En fin, sobran las palabras cuando habla una figura legendaria como Eric Burdon. Todo un placer el compartir charla y recuerdos con uno de los artistas que ayudó a poner la música británica de los años sesenta en lo más alto. We´ve Gotta Get Out Of This Place!

Sergio Guillén
Origem dos documentos:
Quando Eric Burdon se põe a falar ou cantar todos se calam!!!
Aqui na cantina do rock não poderia ser diferente!
Abraço Eric Burdon!!! Beleza!!